El Rincón del Comercio

Monday, September 18, 2006

“Del panamericanismo al transamericanismo: La tectónica de las integraciones regionales en el continente americano"

El continente de Las Américas, es un continente el cual esta experimentando una etapa en la cual una gran parte de sus países están sufriendo cambios en su esquema político interno, el cual ha hecho que la región este sufriendo cambios importantes en estos momentos. Pero no solo los países han cambiado su esquema político a nivel interno, sino que también han buscado cambiar su esquema político y económico a nivel externo, y es por eso que cada vez es más pronunciada la búsqueda de distintas formas de integración por la cual esta pasando la región, búsqueda la cual, aunque se ha acentuado de manera significativa en los últimos años, tienen un trasfondo histórico que se puede remontar inclusive a los años posteriores a la independencia de los países americanos de sus colonizadores europeos.

Por lo tanto encontramos en nuestro continente que existen tres tipos de motores de integración que influyen en la forma en que los países encaran estos procesos de integración, estos motores van disminuyendo su área geográfica de influencia, desde la conexión de todo el continente hasta la conexión de distintos bloques regionales o subregionales:

1. El motor transamericano

El motor transamericano tiene su base en la geografía de nuestro continente, el motor transamericano busca la unión del continente “desde Alaska hasta Tierra del Fuego”. Este motor se soporta en la idea del panamericanismo la cual comienza desde el año 1823 y es una respuesta a la reciente independencia del continente, y la búsqueda de una protección contra Europa, la cual tan solo hacia unos pocos años era la completa dominadora del continente. Bajo esta idea se conforma en 1890 la “Unión Internacional de las Repúblicas Americanas” y veinte años después pasa a ser conocida como “Unión Panamericana”.

Posteriormente después de la reunión de esta en Bogotá pasa a ser lo que hoy en día es la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual, aunque conserva los mismos ideales panamericanos, en esta ocasión no busca blindar a América de la influencia Europea, superada décadas atrás, sino de la cada vez creciente influencia del Comunismo.

Actualmente el transamericanismo, después de la disolución casi completa del comunismo, el único país de América donde se aplica el comunismo como un sistema de gobierno es en Cuba y esta se encuentra excluida de la OEA, y en general al cambio en el entorno internacional al cual se enfrenta el continente, ha pasado a ser una forma de blindar al continente contra las influencias externas, a una consecución de las relaciones interamericanas, la creación de un espacio común entre todos los países que componen el continente, para que este se fortalezca tanto ante si mismo como ante el mundo.

2. El motor latinoamericano

Indudablemente la idea de una América Latina es una idea que tiene mucho efecto en una gran mayoría de los habitantes de esta región del continente Americano, desde el comienzo mismo de la campaña de Independencia de los países de América Latina se ha buscado por parte de estos la integración de América Latina como un todo, sustentado en la base de que es la región del mundo que presenta mayores rasgos de unidad, como por ejemplo en su idioma.

Tanto ha sido el deseo de los países Latinoamericanos de buscar una integración entre ellos, que inclusive en varias de las Constituciones de los distintos países podemos encontrar apartes donde este deseo se hace patente. Tal situación ocurre por ejemplo en la constitución de nuestro país donde en su preámbulo se dice que el país “esta comprometido a promover la integración de la comunidad latinoamericana”, y en la de varios otros países, tales como Nicaragua o la misma Cuba.

Una organización que es un ejemplo claro de la búsqueda de una colectividad regional es la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), creada en 1980 después de la disolución de la Asociación latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), la cual busca a nivel económico y comercial el mejoramiento de las relaciones entre sus distintos países miembros. A nivel político el Grupo de Rió es la institución mas representativa de este motor, una institución en la cual se encuentra una unidad latinoamericana que es capaz de hacerle contrapeso no solo a Estados Unidos sino a otros bloques regionales existentes en el mundo.

3. Motor subregional

Las Américas es el continente donde se encuentra una mayor cantidad de acuerdos de integración subregionales entre los países que la componen. Podemos nombrar como bloques o acuerdos mas significativos del continente al Mercado Común Centroamericano, creado en 1961, y al Pacto Andino, creado en 1969 y desde 1996 conocido como Comunidad Andina o Comunidad Andina de Naciones (CAN), pasando por el CARICOM, creado en 1973, el Tratado (Acuerdo) de Libre Comercio de Norte América (NAFTA por sus siglas en ingles o ALCNA – TLCAN en Español) y el MERCOSUR (creado en 1991).

La particularidad de este motor, es que no impide a los países unirse a distintos procesos de integración, por lo tanto vemos como un país como Venezuela, no solo hacia parte de la CAN, sino que también es un miembro actual del MERCOSUR, y también es junto a Colombia y México miembro del G-3. Además de estos pequeños bloques subregionales también encontramos distintos acuerdos bilaterales entre varios países de la región, como por ejemplo el Acuerdo de Cooperación Económica que tiene actualmente Colombia con Chile.

Es este bloque el que ha hecho que últimamente se haya polarizado la posición de la integración en el continente, donde se encuentran dos bandos distinguibles entre si, uno con Estados Unidos a la cabeza que defiende la consecución de una variedad de Tratados de Libre Comercio entre los países, y otro con Brasil a la cabeza que promulga una integración aun mas profunda, aunque sujeta al perímetro de América del Sur.

Aunque estos tres motores son formas distintas de la integración que se han dado en nuestro continente, todos ellos se rigen y buscan cuatro objetivos fundamentales los cuales son: “la paz, la consolidación democrática, el desarrollo económico y la necesidad de ganar peso en los negocios mundiales”. Los distintos sistemas de integración de una u otra manera velan porque estos cuatro objetivos sean cumplidos en lo posible por cada uno de sus miembros, ya que para básicamente para eso es que han sido constituidos.

Aun así la integración regional hoy en día es en algunas ocasiones interrumpida y obstaculizada por las distintas políticas internas de cada uno de los países que son miembros de uno u otro sistema de integración. Lamentablemente muchas veces las pugnas internas entre distintos partidos políticos de los países han afectado de manera negativa al proceso integracional, en algunas ocasiones retrasándolo, en otras obstaculizándolo de pleno.

Por lo tanto es necesario que los países del continente, aprendan a manejar sus cuestiones internas de tal manera que estas no afecten al objetivo de la integración que se esta buscando, y una vez los países organicen sus cuestiones, se enfoquen en la consecución de una integración, no necesariamente hay que decantarse por uno u otro motor de la integración, ya que los tres tienen tanto sus ventajas como sus falencias. Un ejemplo claro de la superación de estas barreras, y sobre el cual el continente aun tiene mucho que aprender es la Unión Europea, sistema de integración por experiencia.

Bibliografía

América Latina 2004-2005, bajo la dirección de Jean-Michel Blanquer. Editorial Norma, Bogotá, Colombia, 2005.

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